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¿Están las ostras frecuentemente implicadas en intoxicaciones alimentarias?

Las ostras son un tipo de marisco que a menudo es consumido crudo, y como tal, pueden estar contaminadas con bacterias perjudiciales. Con mayor énfasis, las ostras poseen un riesgo relativamente alto para la salud además del riesgo de la hepatitis, debido a que ellas filtran grandes volúmenes de agua para conseguir sus alimentos, siendo ésta una buena oportunidad para que cualquier bacteria o virus que estuviese presente en el agua pueda desarrollarse en su interior.

Las ostras son altamente nutritivas, contienen minerales tales como el calcio y el hierro además de vitaminas, así como también un bajo contenido de colesterol. Aunque hoy en día las ostras son consideradas un lujo, en el pasado, eran consumidas en grandes cantidades por las comunidades pobres.

De existir la preocupación de consumirlas crudas, las ostras pueden ser sometidas a cocción. Aún así, ellas mantendrán un buen sabor.

Así mismo, si se desea consumir ostras de una manera segura, es recomendable seguir las siguientes recomendaciones:

•  Selección: Las ostras frescas deben tener las conchas cerradas firmemente (esto es, en realidad, aplicable a todos los mariscos). No se deben escoger las ostras que tengan las conchas abiertas ni aquellas cuyas conchas no se cierren aún después de golpearlas o tocarlas ligeramente .

•  Refrigeración: Las ostras pueden ser mantenidas en la refrigeradora hasta por una semana. Siempre se debe tener cuidado de desechar aquellas cuya concha no esté bien cerrada, ya que ello es una señal de que estaría muerta o muriendo. Si un lado de la concha está más redondeado (no plano), se debe colocar este lado hacia abajo y mantener el otro hacia arriba. Así mismo, las ostras deben colocarse en un plato y cubrirse con un paño limpio humedecido, nunca mantenerse en agua. Una vez que se quieran utilizar, se deben enjuagar primero con abundante agua fría.

•  Congelación: Las ostras pueden mantenerse en congelación hasta por tres meses. Debido a que este proceso las mata, una vez que hayan sido descongeladas serán más fáciles de abrir que las frescas. Antes de congelarlas se debe tener cuidado de lavarlas bien, restregando la parte terminal de la unión y separando aquellas que no estén firmemente cerradas. Posteriormente, luego de haberlas descongelado y cocido, se deben consumir lo más pronto posible.

•  Cocción: Si se opta por cocer las ostras, existen varias formas de hacerlo, pero una de las más simples es la cocción a la parrilla. Para ello, se procede a calentar la parrilla por 10 minutos. Se debe verificar que las ostras aún estén firmemente cerradas, luego de lo cual se abren cuidadosamente y se mantienen dentro de una de las conchas, abiertas hacia arriba, sobre una lámina de aluminio. Se puede agregar un poco de mantequilla o aceite de oliva sobre ellas, procediéndose a asarlas por dos minutos aproximadamente.

Referencias: http://www.foodstandards.gov.uk y el Servicio de Información Pesquero Holandés.